domingo, 16 de septiembre de 2012

Una historia en conjunto: Las hermanas Brontë

Retrato de las hermnas Brontë realizado por Branwell, su hermano en 1834


Charlotte nació el 21 de abril de 1816, en Thornton, Yorkshire. Tras la muerte de su madre es enviada junto a Emily al colegio Clergy Daughters, en Cowan Bridge, en 1824; lugar donde se encontraban además sus hermanas mayores María y Elizabeth, quienes murieron en 1825, al contraer tuberculosis por las pésimas condiciones en que se encontraba el colegio. En este modelo se inspiró para describir el siniestro internado de Lowood que encontramos en su novela Jane Eyre.

 Emily nació el 30 de julio de 1818, en Thornton, Yorkshire. Poseedora de un fuerte temperamento, y un carácter reservado y huraño, Emily se hizo cargo de administrar la casa de su familia tras la muerte de su tía, en  1842.

Anne nació el 17 de enero de 1817, fue la menor de los Brontë, su tía tuvo especial cuidado con ella; fue educada en familia por su padre y su tía hasta que a la edad de quince años ingresó a la escuela de Roe Head, lugar donde Charlotte era maestra.

La familia Brontë, se formó de la unión de Patrick Brontë con María Branwell; sus hijos fueron bautizados con los nombres de María, Elizabeth, Charlotte, Branwell, Emily y Anne. En 1821, se trasladaron a vivir desde Thornton a Haworth, en Yorkshire, Inglaterra lugar donde su padre  fue nombrado rector de la iglesia del lugar.

La madre muere en 1821, el 21 de septiembre;  tras los fallidos intentos por el padre de encontrar una esposa y madre para sus hijos la hermana de ésta, Elizabeth Branwell, se hace cargo, muy a su pesar, del cuidado de la familia. El trasladarse de Penzance hasta Haworth significó para ella abandonar las dos cosas en las que su vida se centraba: su amor a la vida social y a la religión metodista.

Se rehusó a hacerse cargo de la educación de las niñas, por lo que solo aceptó enseñarles conocimientos básicos de escritura y a coser. Patrick Brontë se vio obligado a encargarse de la educación de sus hijos, decidió por lo tanto enviar a María y Elizabeth, sus hijas mayores, a Cowan Bridge, internado pensado para las hijas de los clérigos, fue allí donde en 1824 envió también a Charlotte y Emily, quienes fueron retiradas más tarde al estallar una epidemia de tuberculosis; la que cobro la vida de las dos hijas las mayores de los Brontë. En este tiempo el único hijo varón, Branwell, asistió también a un colegio.

Tras las penosas circunstancias el padre decide educar de manera personal a sus hijos, fue así como durante cinco años y medio les impartió clases de lengua, historia, geografía y aritmética.

Para entretenerse los Brontë crearon un mundo de fantasia donde el sistema político, militar, judicial y social se hacían presentes; estos aspectos  reflejaban los de cualquier cuidad o país. De este juego surgieron sus primeras historias infantiles de los “Young Men”; también crearon una revista a imitación de una popular de la época (B!ackwood Magazine), en la que escribían e ilustraban encuadernándola a pequeña escala. Al tiempo estos juegos dieron pasos a la creación del mundo imaginario de Angria que se atribuyen principalmente a Charlotte y a Branwell, a pesar que los cuatro participaron en la creación de estos trabajos.

Charlotte, al ser la mayor de los cuatro y poseer un carácter autoritario, siempre organizó todos los entretenimientos para sus tiempos de ocio. Sin embargo, la situación cambió cuando ella es enviada a la edad de quince años al internado de Roe Head. Emily, quien siempre fue más cercana a Charlotte se unió a Anne; esta alianza dejó al margen a Brawnell. Del tiempo que se dedicaron a disfrutar de la naturaleza que rodeaba los páramos cercanos a la casa parroquial las hermanas crearon un nuevo mundo imaginario: el de Gondal y Gaaldine. A este mundo lo habitaron reyes, amantes, proscritos y fugitivos como por ejemplo: Lady Geralda, Olivia Vernon, Alexandrina Zenobia o Alexander Hybernia.

A su regreso de la escuela, Charlotte se dedicó a enseñarle a sus hermanas lo aprendido; posteriormente en 1835, Charlotte recibe la oferta para ser maestra de su antigua escuela y le es permitido llevar a una de sus hermanas, decidió por lo tanto llevar a Emily, a quien le correspondía por edad gozar del privilegio; sin embargo la quinta hija de la familia no logra adaptarse a la vida de la escuela y Anne tomó su puesto; iniciando así su educación un año antes de lo previsto.

Anne, consciente de que su futuro dependía de lo que aprendiera en Roe Head decidió aguantar, a pesar, que su permanencia en el lugar no fue fácil; aprendió música, canto, dibujo, francés, latín, alemán, historia, lengua, aritmética y geografía. No encontró apoyo en su hermana Charlotte, ya que ésta se pasaba por una crisis que le generó el estar dedicando su tiempo a enseñar, actividad que no era de su agrado, y no a escribir como era su fuerte deseo. En 1837, las dos hermanas regresaron a casa por solicitud de su padre al saber que Anne, su hija menor, había contraído un resfriado que se complicó más tarde.

En 1839, tras la insistencia de Anne por contribuir a la economía familiar  y convencida que su estancia en Roe Head había contribuido no solo a su formación académicamente sino que a la formación de su carácter y desarrollado su capacidad de resistencia, le es permitido trabajar como institutriz. Llegó en abril a la casa de Blake Hall perteneciente a la familia Ingham; donde se hizo cargo de educar a los dos mayores, a pesar de la ingobernabilidad de los pequeños y la indulgencia de los padres por sus acciones, Anne decidió permanecer allí; finalmente tras nueve meses de trabajo fue despedida a finales de ese mismo año. Nada de lo sucedido con la familia citada desmotivó  a Anne, quien consiguió un nuevo trabajo como institutriz en Thorp Geen, casa de la familia Robinson.  

Charlotte y Emily, viajaron a Bruselas en 1842; acompañadas de su padre llegaron en febrero hasta la escuela de Monsieur y Madame Heger, lugar donde esperaban mejorar su francés. Más tarde les he propuesto trabajar en el internado a cambio de quedarse de manera gratuita, ellas aceptaron y Charlotte comenzó a dar clases de inglés; mientras que Emily,  dio clases de música.

La muerte de su tía Elizabeth, llevó a todas las hermanas Brontë a retornar de sus labores fuera de casa, fue bajo esas circunstancias que Emily decidió quedarse para administrar la casa de su familia; Anne, por su parte regresó a casa de los Robinson con la intención de conseguir un puesto para su hermano Branwell, quien finalmente es aceptado como tutor del hijo de la familia y; Charlotte retornó a ocupar su puesto en el internado de Bruselas.

Durante la estancia de dos años y medio en casa de la familia Robinson, Branwell, se enamoró de Mrs. Robinson, y aunque no existen pruebas de que se hicieran amantes la situación para Anne se hizo insostenible, retornando a su casa en Haworth hacia mitad del año 1845. Tras el escándalo que significó esto para ambas familias e incapaz de soportar el rechazo de Mrs. Robinson, Branwell se entregó por completo a la bebida y al opio sin posibilidad de enmienda; para toda la familia la situación del único hijo varón se convirtió en su cruz; especialmente para Emily, quien a pesar de su carácter atendió a su hermano con paciencia y abnegación.   

Tras el hallazgo, por parte de Charlotte, de uno de los cuadernos en los que Emily se había dedicado a escribir y recopilar poemas propios, Anne le presenta uno con poemas de su autoría, por lo que Charlotte decidió preparar un pequeño volumen con una selección de poesía de las tres: veintiún poemas de Emily, que son considerados los mejores, otros de Anne y diecinueve de Charlotte, que se consideran como los menos atractivos; recordemos que ella desarrolla un trabajo magistral en lo narrativo. Esta publicación se realizó bajo los nombres de Currer Bell (Chalotte), Ellis Bell (Emily) y Acton Bell (Anne), se publicó en 1846 su primer libro titulado “Poemas”; del que se vendieron muy pocos ejemplares (en algunos escritos he leído dos y en otros tres), hecho que no desanimó para nada a las tres hermanas. El trabajo de Emily en esta recopilación es sobresaliente. Hoy, es considerada una de las mejores poetisas de su época, y admirada por su originalidad, su lírica y sus imaginativas referencias personales.

Más tarde enviaron a seis distintas editoriales tres de sus novelas: “Agnes Grey”, “Cumbres borrascosas” y “El profesor” correspondientes a Anne, Emily y Charlotte respectivamente; las dos primeras fueron aceptadas por Thomas Cautley Newby, edición para la cual debieron invertir cincuenta libras, mas la de Charlotte fue rechazada. Ella siguió buscando una editorial para su novela, pero un editor de la compañía Smith, Elder & Co. la invitó a presentar una novela de mayor extensión que le permitiera ser publicada en tres tomos. Dada la casualidad que Charlotte había terminado recientemente su novela Jane Eyre la envió y fue aceptada de inmediato, incluso fue publicada primero que la de sus hermanas.


Con el éxito y aceptación de Jane Eyre apareció una segunda edición de la novela, Newby, quiso aprovechar la ocasión y decidió publicar precipitadamente las novelas de Emily y Anne; resultado de este apuro fueron las no inclusiones de las correcciones, por lo que la publicación de las obras estuvo plagada de errores de ortografía y puntuación.


En 1847, comenzaron a aparecer sus novelas bajo los mismos seudónimos con los publicaran el libro de poemas; lo hizo primero, Jane Eyre, de Charlotte. Jane Eyre tuvo un éxito inmediato, a su vez escandalizó en su época por la manera directa que tiene al abordar las pasiones de su protagonista. Luego le siguió “Agnes Grey” de Anne que encuentra, también, una buena recepción en el publico y “Cumbres borrascosas” de Emily, esta última fue duramente criticada por lo novedoso de escribir las pasiones humanas sin ningún recato.


Tras la muerte de Branwell, en 1848, la salud de Emily, quien arrastraba un resfrío desde esa fecha empeoró al negarse a recibir algún tipo de medicación, la tuberculosis terminó por extinguir su vida el 19 de diciembre de 1848. Su cuerpo encontró descanso en la Iglesia de San Miguel de Todos los Santos en Haworth, West Yorkshire, Inglaterra.

Anne, a un año de la publicación de su segunda novela “La inquilina de Wildfell Hall” que apareció en 1848, murió siendo una nueva víctima de la tuberculosis el 28 de mayo de 1849, en Scarborough, un bello lugar costero al que ella insistió ir para que aportase a su recuperación, su estancia fue muy breve ya que murió a los pocos días de llegar, finalmente es en Scarborough donde su cuerpo descansa.

Charlotte, como única sobreviviente de las hermanas Brontë se quedó al cuidado de su padre y dedicando su tiempo a la literatura, aunque a su tiempo la fama le hace salir al mundo exterior como una escritora respetada, en este período sus editores le propusieron publicar nuevamente las obras de ella y sus hermanas; Charlotte trabajó en ello, pero se opuso a una edición de la última novela de Anne, “La inquilina de Wildfell Hall”, por considerar que el personaje de Arthur Hantingdon se asemejaba demasiado al carácter y la vida de su hermano Branwell; también, es en este proceso donde conoce a Elizabeth Gaskell, de quien se hizo amiga, mantuvo correspondencia y visitó su casa en Manchester.

Publicó "Shirley", en 1849, en la que aborda el impacto de la revolución industrial en su Yorkshire natal, y "Vilette", en 1853, en esta novela recuperó como argumento su experiencia en el internado de Bruselas, que la marcó para toda la vida. “El profesor” se publicó tiempo después de su muerte, en 1857.

En 1854, Charlotte se casó con el reverendo Arthur Bell Nicholls, suplente de su padre en la parroquia, el cuarto hombre que le propuso matrimonio, pero pocos meses después Charlotte, estando embarazada también enfermó y murió de tuberculosis el 31 de marzo de 1855.

Mi curiosidad con las obras de Charlotte Brontë, nació luego de haber visto la miniserie Jane Eyre; cuyos protagonistas, Mr. Rochester y Jane Eyre, fueron llevados a la pantalla chica por Toby Stephens y Ruth Wilson, respectivamente y que la  BBC en 2007 transmitió.

Bien, así las cosas, me enteré que se basaba en una novela por lo que me decidí a buscarla y leerla, confieso que me encantó más al conocer la historia contada en primera persona por la propia Jane Eyre.

Más tarde, supe que la familia Brontë había sido una familia dedicada a la literatura. Tres de sus integrantes Charlotte, Emily y Anne poseían algunas obras publicadas, me decidí entonces a buscarlas. “Agnes Grey” me encantó desde el principio, no supe muy bien el porqué, aunque ahora que lo pienso me identifico con su manera de escribir. Quise leer “Cumbres borrascosas”, de Emily, pero abandoné la lectura al tiempo que avanzaba en sus páginas, ese es un reto de los que aún no me he atrevido a sortear, últimamente he encontrado uno que otro de sus poemas traducidos al español y vaya que me han gustado.

Para mi cumpleaños, en enero, mi hermana me regaló la segunda de las novelas de Anne Brontë: “La inquilina de Wildfell Hall”, la leí y disfruté al tiempo que me indignaba con las actitudes de Mr. Hantingdon hacia su esposa; tanto en su vida de casados como luego al retorno de Helen para cuidar de él y me entristecía al suponer que la relación que presentaba en la primera parte del libro por Gilbert Markham no terminaría para nada bien.

Será en otra ocasión donde trataré en profundidad las obras de las hermanas más talentosas de la historia de la literatura inglesa, ese comentario ha surgido solo de mi creciente admiración por sus trabajos.


Despidiendo la Semana British

 
A los estimados lectores, que me han acompañado esta semana en el blog:

 
La Semana British ha llegado a su fin, el balance para mí ha sido positivo. Aprendí mucho sobre los escritores que tuvieron cabida en las entradas y descubrí algunos datos de interés. De la misma manera he podido conocer otros blogs que durante esta semana entregaron su aporte al conocimiento de la “Cultura British”. Todas las entradas que pude ver en los blogs generaron un interés de mi parte hacia ellos, en algunos ya soy seguidora, y en los que me faltan ya llegaré a tener un poquito de tiempo extra para echar un vistazo y obviamente seguirles.

Quiero agradecer de manera especial a Carmen por la buena iniciativa que tuvo al proponer esta semana. ¿Existirá una segunda versión?, espero que sí.

Otro tema que deseo tratar, es el de la tardanza de la aparición de esta entrada; confieso que cuando hoy me desperté para corregirla y publicarla quedé en shock al descubrir que no era para nada de mi agrado, pensé: ¡Por Dios, qué mal lo he hecho! Razón por la cual, confundida y enojada conmigo misma, decidí darle un vuelco con varias ideas que venían rondando mi cabeza durante la semana. Comencé a buscar un artículo, cuyo contenido leí un tiempo atrás y del que había olvidado por completo su existencia y su nombre, para encontrar datos más certeros sobre las hermanas Brontë. Sabía que mi idea de que algo iba mal no era del todo errónea; al encontrarlo supe que todas mis dudas y resquemores eran ciertos.

Comencé a trabajar nuevamente un poco atareada en casa sucede que está semana, en Chile, estamos de fiesta celebrando una nueva conmemoración de vida independiente y a mí me tocó cocinar—, y fue hasta la tarde que mis labores me liberaron para escribir.

Ustedes se preguntarán ¿para qué tanta explicación?, la respuesta es simple: “Les ofrezco una disculpa”, espero la acepten.

"La zamacueca", de Manuel Antonio Caro

Sin más me despido, esperando que todos se encuentren muy bien y tengan un excelente inicio de semana, por mi parte me dispongo a disfrutar con muchas lecturas y algunas ideas que tengo para escribir con las vacaciones que han traído para mí esta nueva semana, de la que también espero pasen pronto los días en que el olor que produce la carne en la parrilla deje de incentivar mi sentido del olfato, porque claro está que no me gusta comer carne, pero existen momentos en los que no deja de hacerse agua mi boca. Espero salir invicta.   

11 comentarios:

Maria Carmen Martinez Molina dijo...

No tenía idea de que las hermanas Bronte tuviesen una infancia donde la creatividad ya estuviese presente, eran mujeres intelectivamente muy notables y parte de su biografía se refleja en sus respectivas obras, es curiosos que el único varón de la familia fuese tan débil y no ayudase nada a la economía familiar.

Jane Eyre y Cumbres Borrascosas son mis dos libros de cabecera, son obras maestras desde mi punto de vista.
Besos.

Raquel Campos dijo...

Me ha encantado saber un poco más de estas exitosas mujeres. Adoro "Jane Eyre" me encantó.
Un saludo!!

Margari dijo...

Una entrada fantástica en las que he aprendido mucho de estas grandes mujeres.
Besotes!!!

Carm9n dijo...

Has hecho una magnífica Semana British, Jennieh, y este remate con las hermanas Bronté, insuperable!!
Muchas gracias!!
Besos,

Jennieh dijo...

Querida Wendy:

Sí, las obras que he tenido el honor de leer son en partes referncia a sus propias experiencias de vida. Es un agrado saber que también has disfrutado de sus novelas, aunque por mi parte me falta leer la de Emily.

Un beso.

Jennieh dijo...

Querida Raquel:

Me alegro que te guste la obra de Charlotte Bontë, es una de las segundas autoras de antaño que descubrí luego de Jane Austen.

Un beso.

Jennieh dijo...

Querida Margari:

Me alegro que la entrada haya sido beneficiosa para ti también.

Un beso.

Jennieh dijo...

Querida Carmen:

Quiero agradecer la genial idea que tuviste con la Semana British, gran iniciativa, que espero se repita como mencioné en la entrada. Me gustó mucho participar en ella.

Es muy agradable que te haya gustado lo que en este blog se hizo, y también está el hecho que me hayas acompañado durante la semana.

Un beso.

Belisama dijo...

Me ha gustado mucho tu semana británica :) Aunque, no pude estar por aquí para escribir a las publicaciones. Estoy en ello.

Las Brontë son las mejores e insuperables.


Miaau!

My favorites things dijo...

Hola Jennieh: Muy buena entrada! por no decir excelente. Me gustó saber alguno detalles que no conocía de ellas. Gracias por hacerlo fácil de entender y poner unas imágenes muy armoniosas con el relato. Besitos =)

Martín Lexequías dijo...

Me declaro fan confeso de Charlotte Brontë y en especial de "Jane Eyre". :)
Una excelente entrada. Me gusta el trabajo que te has tomado a lo largo de esa semana dedicada a la literatura inglesa del siglo XIX.

Saludos.